Villa de Ramos ha sido, por décadas, municipio más abandonado por gobiernos de San Luis Potosí. Es un hecho reconocido que este municipio es el más olvidado del Altiplano, donde sus habitantes han padecido la indiferencia gubernamental que se traduce en un profundo rezago social y una calidad de vida limitada.

​La vida diaria en Villa de Ramos está marcada por la lucha contra la precariedad. Las comunidades sufren la ausencia de servicios básicos y la infraestructura colapsada. Los caminos en pésimo estado mantuvieron a cientos de familias en un estado de aislamiento, dificultando el acceso a la salud, escuelas y oportunidades económicas.

Esta falta de atención no solo afectó el desarrollo social, sino que también tuvo repercusiones en la seguridad, convirtiendo al municipio en un persistente foco rojo en la región.

​El dolor por el abandono se siente en cada comunidad, donde la falta de inversión dejó a la población sin las herramientas para prosperar o formar un patrimonio seguro, volviendo la migración una opción frecuente ante el olvido.

​El Gobernador Ricardo Gallardo Cardona reconoció la deuda histórica con Villa de Ramos y ha realizado acciones de rescate. Recientemente, entregó el camino rehabilitado que conecta la cabecera con San Francisco y Los Hernández, una obra de 9.4 kilómetros con inversión de 26 millones de pesos.

Adicionalmente, anunció la instalación de una antena de internet en San Martín, encabezó una mesa de seguridad para la zona y prometió implementar el programa “Tu Casa, Tu Apoyo” para otorgar terrenos gratuitos y apoyar la construcción de viviendas dignas.

Por Editor3

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