Los cuerpos de auxilio no descansan en Matehuala. Con reportes que señalan de forma extraoficial un promedio alarmante de dos accidentes de motocicleta diarios, la ciudad enfrenta una crisis de movilidad que se traduce en lesiones graves y, con frecuencia, en la pérdida de vidas.
El debate no es si los hechos se reducirán, sino cuándo y bajo qué condiciones es realista hablar de un «cero» accidentes, pues la mayoría de estos percances son consecuencia directa de la falla humana.
La principal causa es la irresponsabilidad al volante, pues el principal factor de riesgo en los percances mortales es la falta de equipo de protección. El traumatismo craneoencefálico es de las causas principales de deceso, que es prevenible si el conductor usara un casco certificado y correctamente abrochado.
A esto se suma la alarmante falta de cultura vial, donde la prisa, el uso del teléfono, la imprudencia al «serpentear» entre vehículos y, sobre todo, el exceso de velocidad son actitudes que predominan en las calles.
También se cuestiona la falta de exámenes de manejo para motocicletas, pues una licencia no garantiza la habilidad necesaria para operar estos vehículos. Si bien la responsabilidad recae en el conductor, la autoridad municipal es crucial para garantizar el orden.
La vigilancia debe ser constante y estricta para sancionar la violación del Reglamento de Tránsito, especialmente el no usar casco, el exceso de velocidad y la conducción bajo los efectos del alcohol, que son violaciones que elevan el riesgo. Solo una aplicación rigurosa de la ley puede modificar patrones de conducta arraigados.
Finalmente, el tercer actor en esta ecuación es el automovilista. Los motociclistas son, por su tamaño, «invisibles» a muchos conductores de vehículos más grandes. La falta de conciencia social y de cortesía vial contribuye al alti número de accidentes en los cruces y cambios de carril. Un vistazo rápido al punto ciego o el respeto a la distancia de seguridad puede evitar un hecho fatal.
¿Cuándo acabarán los accidentes? Esto no llegará con una sola medida, sino cuando se complementen Motociclistas responsables, Autoridades más vigilantes y Automovilistas conscientes y respetuosos. Es una mezcla ambiciosa, pero necesaria para detener los accidentes de motociclistas en las calles de Matehuala.
