El municipio de Cedral se ha transformado en un peligroso foco de violencia en el Altiplano potosino, sumiendo a sus habitantes en un profundo estado de angustia. La inseguridad escala ante la aparente inacción o falta de estrategia contundente por parte de las autoridad municipal.
Bajo la administración de la alcaldesa Cinthia Segovia Colunga, el municipio de Cedral ha sido testigo de un alarmante incremento en eventos violentos, incluyendo persecuciones y balaceras a plena luz del día. En lo que va de su gestión, los ciudadanos han reportado al menos cuatro enfrentamientos armados que han generado pánico masivo.
Uno de los incidentes más graves fue el rescate de una persona secuestrada. Los pobladores manifiestan vivir con el temor de quedar atrapados en el fuego cruzado, mientras la vida cotidiana se ve gravemente afectada por la actividad delictiva.
Un elemento que agudiza la crisis es el silencio por parte de la alcaldesa, pues en la carretera rumbo a Cedral, se ha reportado reiteradamente el tiradero de ponchallantas, una táctica criminal que afecta directamente la seguridad y el patrimonio de los ciudadanos.
Pese a la gravedad de los hechos, la alcaldesa de Cedral, Cinthia Segovia Colunga, ha emitido informes oficiales o comunicados para tranquilizar a la población, informar sobre los hechos o detallar las acciones que se están implementando para contrarrestar la asfixiante ola de violencia.
