Tras el lamentable asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, un evento que ha puesto en la mira nacional la seguridad de los ediles, los presidentes municipales del Altiplano potosino han mantenido una postura de tranquilidad, asegurando que no han solicitado medidas de protección especiales al Gobierno del Estado ni a la Federación.

​A pesar de que esta zona colinda directamente con estados considerados focos rojos en materia de seguridad como Nuevo León y Zacatecas, y de la intensa lucha contra el crimen organizado que el Gobierno de San Luis Potosí, en colaboración con los municipios y la federeación, ha emprendido para blindar sus fronteras, los alcaldes de la región no se sienten bajo amenaza extraordinaria.

​El Secretario General de Gobierno del Estado, J. Guadalupe Torres Sánchez, ha confirmado que, de los 59 municipios de la entidad, solo un alcalde, en la Huasteca, ha solicitado medidas de seguridad.

​Las autoridades estatales han reiterado que, aunque San Luis Potosí no está exento de riesgos, se mantiene una vigilancia constante y un seguimiento a cualquier indicio de amenaza. La coordinación se fortalece a través de las Mesas de Seguridad y Paz que se despliegan en todos los municipios.

​La tranquilidad manifestada por los ediles de esta región se atribuye a los operativos y el reforzamiento de la vigilancia en las líneas divisorias con Zacatecas y Nuevo León. Sin embargo, el tema de la seguridad para los funcionarios, en otras partes del país, sigue siendo un asunto abierto al análisis.

Por EditorWeb