Con excesivo optimismo el Ayuntamiento de Charcas Municipal ha difundido su supuesta «gran noticia»: la condonación del 100% en multas y recargos del Impuesto Predial, vigente del 3 de noviembre al 31 de diciembre.
Sin embargo, este anuncio, lejos de generar alivio o agradecimiento, ha provocado una ola de críticas y una profunda molestia entre los contribuyentes. La ciudadanía señala la contradicción de presumir beneficios fiscales mientras la ciudad padece un abandono evidente y los servicios básicos se encuentran en estado deplorable.
La medida es interpretada por la mayoría como una táctica desesperada de la administración para lograr una recaudación de último minuto, sin ofrecer la más mínima garantía de que esos recursos se traduzcan en mejoras reales para la calidad de vida de los habitantes.
Los ciudadanos, quienes han cumplido con sus obligaciones, se preguntan dónde se invierte el dinero del predial. Pese al pago, calles siguen a oscuras, llenas de baches y sin vigilancia adecuada. Es fácil para el gobierno de Marisol Nájera perdonar multas cuando el dinero que se paga puntualmente por el impuesto no se ve reflejado en la infraestructura. La exigencia de los ciudadanos es que deberían atender las necesidades básicas.
Los contribuyentes siguen lidiando con una plaga de baches que daña vehículos y provoca accidentes. Amplias zonas de la ciudad permanecen en penumbra debido a la deficiencia en luminarias, elevando peligrosamente la percepción de inseguridad. Además, la recolección de basura es irregular, con puntos críticos desbordados que afectan la higiene pública.
El mensaje de Catastro es percibido como un acto de cinismo institucional, pues la única oportunidad que se ofrece es la de pagar impuestos, no la de disfrutar de una ciudad que funcione.
El problema real no radica en que los ciudadanos deban recargos, sino en que la autoridad municipal les debe servicios de calidad. Si el gobierno fuera eficiente con los impuestos que recibe, no tendría la necesidad de rogar con descuentos de última hora para que los pagos se realicen a tiempo.





