La propuesta del CEEPAC que permite que la gubernatura de San Luis Potosí sea ocupada solo por una mujer en 2027 ha encendido el debate político en el estado. Sin embargo, más allá de la controversia estatal, el verdadero punto de tensión está en los ayuntamientos, donde la paridad no solo implica candidaturas, sino condiciones reales de gobernabilidad.

En los municipios ya existen mujeres encabezando administraciones, pero su presencia se desarrolla entre cabildos masculinizados, estructuras tradicionales que resisten cambios y un ambiente político donde la violencia contra mujeres en funciones públicas sigue siendo una amenaza constante.

La reforma pretende corregir estas brechas desde el origen, obligando a los partidos a postular mujeres en espacios donde históricamente no han tenido acceso o donde su triunfo ha sido considerado indeseable.

Este escenario se presta para debatir el efecto potencial de que una mujer gobierne el estado al mismo tiempo que un número mayor de mujeres encabece ayuntamientos. En la práctica permitiría que programas, presupuestos y acciones de protección institucional fluyan de manera más eficaz hacia las alcaldesas que hoy enfrentan solas presiones locales, y que se pueda fortalecer una agenda estatal y municipal con enfoque de igualdad y seguridad.

La combinación podría romper el historial de hombres y dar a las mujeres que ya gobiernan un respaldo que nunca han tenido. Sin embargo, las resistencias municipales no desaparecerán únicamente por aumentar la presencia femenina, los retos podrían ser mayores ante la inconformidad de perfiles masculinos que ya levantaron la mano y que seguramente quedarán desplazados.

La iniciativa del CEEPAC no solo redefine la elección estatal, sino que plantea un rediseño del poder local en un nivel donde las mujeres ya están presentes, pero no en igualdad de condiciones. El debate, finalmente, no gira sobre si las mujeres pueden gobernar, porque ya lo hacen. Gira sobre si pueden hacerlo con el respaldo, la estructura y la fuerza política necesarias para que la paridad deje de ser un cumplimiento formal y se convierta en una transformación real en la vida municipal del estado.

Por EditorWeb