El presidente municipal, Raúl Ortega, ha asumido la tarea de sanear las finanzas de Matehuala, enfrentándose a una deuda considerable que, según sus propias palabras, fue heredado directamente de la administración del exalcalde Franco Coronado. La situación fue tan crítica que, al tomar posesión, la nueva gestión no encontró recursos para cumplir con obligaciones esenciales.
«Al principio de la administración no fue fácil, ni siquiera había para los aguinaldos; estábamos pagando un crédito fiscal, había adeudos con el SAT por culpa de la administración pasada», declaró Raúl Ortega. Esta herencia obligó a la actual administración a priorizar la estabilidad financiera, destinando recursos al pago de deudas millonarias en lugar de a la inversión pública.
El alcalde Ortega fue enfático al señalar que el desastre financiero dejado por Franco Coronado es la principal causa de que, durante su primer año, no se pudieran concretar obras de gran impacto. Los recursos que debieron haberse utilizado para beneficiar a la ciudadanía con infraestructura se tuvieron que destinar a pagos pendientes de Franco Coronado. Esta decisión frenó proyectos planeados.
Aunque el municipio arrastra una deuda de varias administraciones pasadas el verdadero impacto de la herencia de Franco Coronado fue el vacío de caja y los compromisos urgentes que descapitalizaron el inicio de la gestión. La denuncia de Ortega se centra en la falta de liquidez que encontró al asumir el cargo, una situación que, asegura, es la única razón de un primer año con limitaciones.
A pesar de haber encontrado un municipio endeudado y desorganizado, el alcalde Raúl Ortega mencionó que mantiene su promesa con la ciudadanía de trabajar arduamente para que en su segundo año de gobierno vengan proyectos con una solida economía.