La Carretera Matehuala – San Luis Potosí se ha posicionado como un corredor de alto riesgo vial. Este sector registra una frecuencia elevada de accidentes de consideración, en muchos de los cuales está involucrada la participación de tráileres. Pese a la gravedad y la recurrencia de estos eventos, las autoridades federales competentes mantienen un notorio hermetismo informativo.

​La ausencia de una comunicación institucional fluida y transparente es el principal motivo de preocupación. Instancias responsables de la seguridad y la procuración de justicia, como la Guardia Nacional (División Carreteras) y la Fiscalía General de la República (FGR), han optado por evitar la emisión de información oficial oportuna sobre las causas, el saldo de víctimas y estadísticas contínuas de los incidentes.

​Esta tendencia de opacidad se observa también en relación con los hechos de violencia e inseguridad que recurrentemente se presentan a lo largo de este mismo eje carretero. La falta de acceso a datos oficiales genera una incertidumbre entre los usuarios de la carretera.

​El hermetismo institucional se interpreta como una estrategia para evitar la divulgación de cifras que resulten alarmantes para la opinión pública. La negación de estos datos, tanto en materia de seguridad vial como de incidencia delictiva, aparenta ser un acto para mantener una percepción de control sobre los hechos.

​La restricción de datos reales sobre siniestros y violencia obstaculiza el derecho a la información y transparencia.​Mientras la información oficial se retiene, son los cuerpos de emergencia y protección civil de jurisdicción local y estatal quienes continúan siendo los primeros respondientes a las emergencias, confirmando en la mayoría de las ocasiones la gravedad de los sucesos y contrastando el riesgo real de la Carretera 57 con la ausencia de datos públicos de las instancias federales.

Por EditorWeb