La problemática de la mendicidad en los principales cruceros viales de la capital potosina se mantiene como un tema que demanda la atención constante de las autoridades. A pesar de la atención de casos por parte de diversas instituciones, el fenómeno persiste, siendo preocupante la presencia y el uso de niños pequeños para solicitar dinero.
Automovilistas y transeúntes son testigos de esta práctica, es común observar a mujeres pidiendo limosna llevando a infantes en brazos o, en una escena tradicional, sujetos a la espalda con un rebozo mientras se acercan a los vehículos detenidos en los semaforos.
La situación representa un verdadero foco rojo debido al riesgo que son expuestos los menores. Más allá del uso para pedir dinero, la desatención hacia ellos es grave.
Se han documentado casos donde niños de edades aproximadas de dos o tres años son descuidados y dejados solos bajo los puentes o en las orillas de las avenidas, mientras la mujer responsable se atraviesa entre los carriles para solicitar «una moneda».
Esta falta de supervisión deja a los pequeños en un peligro constante de que, por su propia curiosidad o movimiento, se atraviesen inadvertidamente al paso de los carros, poniendo en riesgo su vida.
Es necesario que autoridades reactiven el monitoreo de estos casos y que se proteja a estos niños del peligro que representa ser explotados y estar sin supervisión en la vía pública.
