Una crisis de salud pública se gesta en Matehuala, donde restaurantes operan con la alarmante presencia de moscas y, en casos extremos, alimentos contaminados con gusanos. Lo más grave es la inacción de Ulises Zavala, titular de la Jurisdicción Sanitaria No. 2 y sobrino del diputado Tomás Zavala, quien ignora sistemáticamente las denuncias ciudadanas.

Desde su nombramiento en marzo de 2025, Zavala ha demostrado una flagrante incapacidad para ejercer sus funciones. Las quejas por la proliferación de fauna nociva y comida descompuesta en establecimientos, que antes hubieran ameritado una intervención inmediata, hoy caen en el vacío. La pasividad de la Jurisdicción Sanitaria bajo su mando es un claro indicio de la precariedad de los servicios de salud pública en la región.

Esta situación ha encendido las alarmas entre la población, ya que la falta de supervisión y acción por parte de la Jurisdicción Sanitaria No. 2 podría desencadenar brotes de infecciones gastrointestinales y poner en riesgo la salud de miles de habitantes del Altiplano potosino. La omisión de estas denuncias por parte de Zavala es un indicio de que, tal como expuso la población, no tiene capacidad para gestionar la salubridad pública no solo en Matehuala, sino también en los municipios vecinos que están bajo su jurisdicción.

Mientras las familias matehualenses buscan un platillo para disfrutar, se enfrentan a una ruleta rusa de enfermedades. Cada bocado se convierte en un riesgo latente, una posible puerta de entrada para bacterias y parásitos que pueden desatar desde una simple indigestión hasta infecciones graves que requieran hospitalización. La confianza en la higiene de los alimentos se ha desvanecido, dejando a los clientes en alarma constante ante la pasividad de quienes deberían velar por su bienestar.

Por EditorWeb