La muerte de una bebé de seis meses en la Guardería Los Reyes ha detonado una crisis sin precedentes en Matehuala, y a dejado un panorama escalofriante de presunta negligencia, maltrato infantil y condiciones insalubres al interior de la estancia infantil. Lo que inicialmente se intentó minimizar como un «lamentable accidente» se ha transformado en indignación generalizada, a medida que padres de familia alzan la voz para denunciar las horribles experiencias que sus hijos sufrieron en el lugar.
Testimonios desgarradores pintan un cuadro lamentable de la gestión de la guardería ubicada en la colonia Magisterial Los Reyes. Padres consternados relatan cómo incidentes de supuestas caídas de sus pequeños eran sistemáticamente minimizados por la directora, identificada como Diana, quien desestimaba las preocupaciones como «no importantes».
Pero las revelaciones más desagradables apuntan directamente al bienestar físico y emocional de los infantes. Acusaciones de castigos humillantes han salido a la luz, con relatos sobre niños que erab obligados a permanecer de pie frente a la pared durante lapsos prolongados, una práctica que, sin dar razones del por qué se tomaban estas medidas, generaba angustia y un profundo miedo en los menores.
La higiene de las instalaciones también se encuentra bajo la lupa de la denuncia pública. La falta de limpieza, con mesas permaneciendo sucias durante días, obligaba a los niños a consumir sus alimentos en medio de la suciedad. La escasez de personal, otro punto recurrente en las quejas, presuntamente contribuía a la falta de aseo en pisos y baños, así como a una supervisión inadecuada de los pequeños, exponiéndolos a riesgos de salud.
El impacto psicológico en los niños que fueron retirados de la guardería es otro grito por justicia. Padres describen un miedo alarmante que experimentan sus hijos al pasar cerca del lugar, una señal del daño emocional que absorvieron mientras estuvieron bajo el cuidado de la Guardería Los Reyes.
La trágica muerte de la bebé ha actuado como una explosión, exponiendo una realidad inaceptable que exige una investigación a fondo. Las denuncias sugieren que este no es un caso aislado y plantea serias interrogantes sobre la supervisión y regulación de las estancias infantiles en Matehuala.